Gracias a mi padre, digo,
que me enseñó a ser corrupto,
hoy me veis con qué regusto
de ricachón lo bendigo.A veces me contradigo,
mas del hambre no me asusto,
y de sentir tanto gusto
me cosquillea el ombligo.
Si quieres un buen consejo
que la vida te acomode,
no esperes a ser muy viejo.
Busca del que manda acode
y métete en el espejo,
pues quedarse en pobre…, jode.
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