Descripción
Obra publicada en (Editorial Hipocampo – 2000).
20.00 €
si sientas a tu mesa a buen amigo.
Remata con cuantró la iniciativa
y un chorreón de aceite de la oliva.
***
Cuando yo era pequeño y en España
mandaba la escasez, mi madre hacía
un plato muy sabroso, que tenía
a pasta como médula y entraña.
Amasaba la harina con gran maña
y con un buen rodillo la esparcía
y a certeros pellizcos dividía.
Pero lo más osado de la hazaña
era hallar un conejo para el guiso,
dos cebollas, tomates y un pimiento,
que una vez rehogados, lo preciso,
los condenaba a hervir a fuego lento.
No hay que esgrimir aquí falsos orgullos
ni adentrarse tampoco en discusiones
de cómo bautizar este portento.
Lo que para un murciano son gurullos,
para los de mi pueblo, cucorrones.
***
Verde por fuera, verde y reluciente
como un joyel redondo y bien labrado,
en el que guarda, en néctar clausurado,
su roja carne, mórbida y turgente.
Con mi mano la hiero irreverente,
haciendo de su cuerpo acuchillado
una rosa encarnada. ¡Qué dechado
de olorosos efluvios en la fuente!
Uno la admira, el otro la devora
con despiadada gula inconfesable.
¡Cuán dulces los frescores que atesora
los rubores del fruto incomparable!
Concita el esplendor y la alegría
en su jugosa carne, la sandía.
***
300 disponibles
Obra publicada en (Editorial Hipocampo – 2000).
| Peso | 0.255 kg |
|---|---|
| Dimensiones | 13 × 0.8 × 21 cm |
| Stock | 300 |
| Nº de Páginas | 174 |
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La obscena irrealidad de los espejos
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